Casa Lava nace del deseo de integrarse a una topografía con historia y texturas preexistentes. Respetando la terracería y los muros de un terreno de más de treinta años, el proyecto adosa sus volúmenes a los niveles existentes, generando un diálogo entre lo antiguo y lo nuevo. En el primer nivel, muros blancos y líneas rectas definen los espacios sociales —cocina, sala y comedor— que se abren al jardín mediante mamparas de vidrio y se apoyan sobre un piso de piedra. La escalera helicoidal que conecta con el segundo nivel actúa

Casa Lava nace del deseo de integrarse a una topografía con historia y texturas preexistentes. Respetando la terracería y los muros de un terreno de más de treinta años, el proyecto adosa sus volúmenes a los niveles existentes, generando un diálogo entre lo antiguo y lo nuevo. En el primer nivel, muros blancos y líneas rectas definen los espacios sociales —cocina, sala y comedor— que se abren al jardín mediante mamparas de vidrio y se apoyan sobre un piso de piedra. La escalera helicoidal que conecta con el segundo nivel actúa como escultura central

como escultura central y transición vertical. Arriba, el volumen privado está revestido con ladrillos rococho y arcos que responden al reglamento del condominio y a la intención de mimetizarse con el paisaje. Tres dormitorios con baños incorporados se organizan en torno a un balcón compartido, que funciona como mirador hacia el río y las montañas. El contraste entre ambas plantas marca una arquitectura que se adapta sin perder identidad, fusionando memoria, contexto y contemporaneidad. 

y transición vertical. Arriba, el volumen privado está revestido con ladrillos rococho y arcos que responden al reglamento del condominio y a la intención de mimetizarse con el paisaje. Tres dormitorios con baños incorporados se organizan en torno a un balcón compartido, que funciona como mirador hacia el río y las montañas. El contraste entre ambas plantas marca una arquitectura que se adapta sin perder identidad, fusionando memoria, contexto y contemporaneidad. 

Casa Lava 

Ubicación

Condominio Quebrada Verde, Santa Eulalia, Chosica. Lima, Perú

Área del terreno

651.36 m2

Año de construcción

2019

Arquitectura

Martín Dulanto Sangalli

Gerente de proyecto

Raúl Montesino

Colaboradores

Manuel Morán, Vanessa Azzato

Ubicación

Condominio Quebrada Verde, Santa Eulalia, Chosica. Lima, Perú

Área del terreno

651.36 m2

Año de construcción

2019

Arquitectura

Martín Dulanto Sangalli

Arquitectura

Martín Sangalli

Gerente de proyecto

Raúl Montesino

Gerente de proyecto

Raúl Montesinos

Colaboradores

Manuel Morán, Vanessa Azzato 

En medio de la selva alta de Cusco, Casa Manire surge como una estructura elevada sobre pilotes, respetuosa del entorno natural y pensada para desconectarse de lo urbano. Inspirada en las cabañas japonesas, la vivienda se posa sobre una plataforma que rodea todos los ambientes y se transforma en terraza hacia la fachada principal, orientada a la contemplación. El techo volado protege la estructura de la lluvia, y la ausencia de columnas permite una relación abierta con el paisaje. Todo el programa —sala, comedor, cocina, lavandería y dormitorios— se organiza en un solo nivel, con un ático adaptable que puede funcionar como taller, oficina o tercer dormitorio. La transparencia de los espacios sociales permite vincularse visualmente con la selva, reforzando una experiencia inmersiva. Desde el altillo, un ventanal en el techo inclinado enmarca las copas de los árboles y las montañas, consolidando una arquitectura ligera, abierta y profundamente conectada con su contexto. Casa Manire es un refugio silencioso, diseñado para reconectar al habitante con la naturaleza sin intermediarios.

Casa Lava nace del deseo de integrarse a una topografía con historia y texturas preexistentes. Respetando la terracería y los muros de un terreno de más de treinta años, el proyecto adosa sus volúmenes a los niveles existentes, generando un diálogo entre lo antiguo y lo nuevo. En el primer nivel, muros blancos y líneas rectas definen los espacios sociales —cocina, sala y comedor— que se abren al jardín mediante mamparas de vidrio y se apoyan sobre un piso de piedra. La escalera helicoidal que conecta con el segundo nivel actúa como escultura central y transición vertical. Arriba, el volumen privado está revestido con ladrillos rococho y arcos que responden al reglamento del condominio y a la intención de mimetizarse con el paisaje. Tres dormitorios con baños incorporados se organizan en torno a un balcón compartido, que funciona como mirador hacia el río y las montañas. El contraste entre ambas plantas marca una arquitectura que se adapta sin perder identidad, fusionando memoria, contexto y contemporaneidad. 

Casa Lava nace del deseo de integrarse a una topografía con historia y texturas preexistentes. Respetando la terracería y los muros de un terreno de más de treinta años, el proyecto adosa sus volúmenes a los niveles existentes, generando un diálogo entre lo antiguo y lo nuevo. En el primer nivel, muros blancos y líneas rectas definen los espacios sociales —cocina, sala y comedor— que se abren al jardín mediante mamparas de vidrio y se apoyan sobre un piso de piedra. La escalera helicoidal que conecta con el segundo nivel actúa como escultura central y transición vertical. Arriba, el volumen privado está revestido con ladrillos rococho y arcos que responden al reglamento del condominio y a la intención de mimetizarse con el paisaje. Tres dormitorios con baños incorporados se organizan en torno a un balcón compartido, que funciona como mirador hacia el río y las montañas. El contraste entre ambas plantas marca una arquitectura que se adapta sin perder identidad, fusionando memoria, contexto y contemporaneidad. 

Casa Manire

Casa Lava 

Casa Lava 

Colaboradores

Manuel Morán, Vanessa Azzato

Gerente de proyecto

Raúl Montesino

Arquitectura

Martín Dulanto Sangalli

Año de construcción

2019

Área del terreno

651.36 m2

Ubicación

Condominio Quebrada Verde, Santa Eulalia, Chosica. Lima, Perú

Ubicación

Condominio Quebrada Verde, Santa Eulalia, Chosica. Lima, Perú

Área del terreno

651.36 m2

Año de construcción

2019

Arquitectura

Martín Dulanto Sangalli

Gerente de proyecto

Raúl Montesino

Colaboradores

Manuel Morán, Vanessa Azzato

© 2025 Martín Dulanto Arquitecto. Todos los derechos reservados.

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