La Casa Blanca se organiza en torno a una gran escalera helicoidal, corazón del proyecto, que atraviesa verticalmente sus tres niveles, funcionando tanto de elemento articulador como pieza escultórica. Su forma curva y color intenso la convierten en protagonista, contrastando con los volúmenes blancos que la rodean. En el primer nivel se desarrolla el área social, con sala, comedor y cocina abiertos hacia el patio, donde también se encuentra el dormitorio principal, oculto tras una celosía gris que filtra la luz. En el sótano, un patio interior proporciona luz natural a tres dormitorios
secundarios, organizados alrededor de una sala de estar que sirve como transición. En el nivel superior, el área social exterior incluye sala, parrilla, piscina y comedor, con una mesa volada desde un solo apoyo que refuerza la relación entre estructura y mobiliario. Este detalle estructural dialoga con el carácter voladizo del primer nivel, sin apoyos visibles, intensificando el vínculo visual con la vegetación del entorno. Esta expansión lateral amplifica la percepción espacial de la casa, que en un terreno compacto logra proyectarse más allá de sus límites físicos.
Casa Blanca
Ubicación
Club Las Palmas, Asia, Cañete. Lima, Perú
Área del terreno
100.00 m2
Año de construcción
2013
Arquitectura
Martín Dulanto Sangalli
Colaboradores
Miguel Gutiérrez, Martha Leiva, Emilio Jordán
Gerente de proyecto
Raúl Montesino
Gerente de proyecto
Raúl Montesinos
Arquitectura
Martín Dulanto Sangalli
Año de construcción
2013
Área del terreno
100.00 m2
Ubicación
Club Las Palmas, Asia, Cañete. Lima, Perú
Gerente de proyecto
Raúl Montesino
Colaboradores
Miguel Gutiérrez, Martha Leiva, Emilio Jordán
En medio de la selva alta de Cusco, Casa Manire surge como una estructura elevada sobre pilotes, respetuosa del entorno natural y pensada para desconectarse de lo urbano. Inspirada en las cabañas japonesas, la vivienda se posa sobre una plataforma que rodea todos los ambientes y se transforma en terraza hacia la fachada principal, orientada a la contemplación. El techo volado protege la estructura de la lluvia, y la ausencia de columnas permite una relación abierta con el paisaje. Todo el programa —sala, comedor, cocina, lavandería y dormitorios— se organiza en un solo nivel, con un ático adaptable que puede funcionar como taller, oficina o tercer dormitorio. La transparencia de los espacios sociales permite vincularse visualmente con la selva, reforzando una experiencia inmersiva. Desde el altillo, un ventanal en el techo inclinado enmarca las copas de los árboles y las montañas, consolidando una arquitectura ligera, abierta y profundamente conectada con su contexto. Casa Manire es un refugio silencioso, diseñado para reconectar al habitante con la naturaleza sin intermediarios.
La Casa Blanca se organiza en torno a una gran escalera helicoidal, corazón del proyecto, que atraviesa verticalmente sus tres niveles, funcionando tanto de elemento articulador como pieza escultórica. Su forma curva y color intenso la convierten en protagonista, contrastando con los volúmenes blancos que la rodean. En el primer nivel se desarrolla el área social, con sala, comedor y cocina abiertos hacia el patio, donde también se encuentra el dormitorio principal, oculto tras una celosía gris que filtra la luz. En el sótano, un patio interior proporciona luz natural a tres dormitorios secundarios, organizados alrededor de una sala de estar que sirve como transición. En el nivel superior, el área social exterior incluye sala, parrilla, piscina y comedor, con una mesa volada desde un solo apoyo que refuerza la relación entre estructura y mobiliario. Este detalle estructural dialoga con el carácter voladizo del primer nivel, sin apoyos visibles, intensificando el vínculo visual con la vegetación del entorno. Esta expansión lateral amplifica la percepción espacial de la casa, que en un terreno compacto logra proyectarse más allá de sus límites físicos, generando una presencia mayor a su escala real.
La Casa Blanca se organiza en torno a una gran escalera helicoidal, corazón del proyecto, que atraviesa verticalmente sus tres niveles, funcionando tanto de elemento articulador como pieza escultórica. Su forma curva y color intenso la convierten en protagonista, contrastando con los volúmenes blancos que la rodean. En el primer nivel se desarrolla el área social, con sala, comedor y cocina abiertos hacia el patio, donde también se encuentra el dormitorio principal, oculto tras una celosía gris que filtra la luz. En el sótano, un patio interior proporciona luz natural a tres dormitorios secundarios, organizados alrededor de una sala de estar que sirve como transición. En el nivel superior, el área social exterior incluye sala, parrilla, piscina y comedor, con una mesa volada desde un solo apoyo que refuerza la relación entre estructura y mobiliario. Este detalle estructural dialoga con el carácter voladizo del primer nivel, sin apoyos visibles, intensificando el vínculo visual con la vegetación del entorno. Esta expansión lateral amplifica la percepción espacial de la casa, que en un terreno compacto logra proyectarse más allá de sus límites físicos, generando una presencia mayor a su escala real.
Casa Manire
Casa Blanca
Casa Blanca
Colaboradores
Miguel Gutiérrez, Martha Leiva, Emilio Jordán
Gerente de proyecto
Raúl Montesinos
Arquitectura
Martín Dulanto Sangalli
Año de construcción
2013
Área del terreno
100.00 m2
Ubicación
Club Las Palmas, Asia, Cañete. Lima, Perú
Colaboradores
Miguel Gutiérrez, Martha Leiva, Emilio Jordán
© 2025 Martín Dulanto Arquitecto. Todos los derechos reservados.
© 2025 Martín Dulanto Arquitecto. Todos los derechos reservados.
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