Casa Ave se desarrolla en tres niveles superpuestos que responden a su emplazamiento frente a la bahía de Cerro Azul: la planta inferior es un bloque de concreto caravista que conversa con la roca, sobre el cual los otros dos niveles coronan el barranco y se orientan a ver el paisaje. En la planta superior, el dormitorio principal se despliega como una suite que integra una sala de estar y una terraza, enmarcadas por grandes vigas que dirigen la mirada hacia el horizonte. En el primer nivel, un gran espacio social agrupa comedor, sala, terraza y piscina, con la cocina y el área de parrilla resueltas como bloques de color morado y celeste, que aportan un tono lúdico al conjunto.
Las mamparas y puertas de vidrio permiten una conexión visual total desde el ingreso hasta el mar, diluyendo las barreras entre interior y exterior. Finalmente, en el nivel inferior, concebido como zócalo habitable, se encuentran dos dormitorios y una sala de estar que también se abren a una terraza frente al paisaje. El proyecto, en su lógica vertical, organiza el programa como una secuencia de plataformas que se abren progresivamente hacia el océano, consolidando una arquitectura en capas que prioriza las visuales sin renunciar a la intimidad y que traduce en su forma la experiencia gradual de llegar al mar.
Casa Ave
Ubicación
Cerro Azul, Cañete. Lima, Perú
Área del terreno
193.95 m2
Año de construcción
2014
Arquitectura
Martín Dulanto Sangalli
Gerente de proyecto
Raúl Montesinos
Colaboradores
Miguel Gutiérrez, Emilio Jordán, Belén Desmaison
Ubicación
Cerro Azul, Cañete. Lima, Perú
Área del terreno
193.95 m2
Año de construcción
2014
Arquitectura
Martín Dulanto Sangalli
Arquitectura
Martín Sangalli
Gerente de proyecto
Raúl Montesinos
Colaboradores
Miguel Gutiérrez, Emilio Jordán, Belén Desmaison
Colaboradores
Miguel Gutiérrez, Alejandra Cordier, Micaela Elliot, Andrés Pecar, Manuel Moran
En medio de la selva alta de Cusco, Casa Manire surge como una estructura elevada sobre pilotes, respetuosa del entorno natural y pensada para desconectarse de lo urbano. Inspirada en las cabañas japonesas, la vivienda se posa sobre una plataforma que rodea todos los ambientes y se transforma en terraza hacia la fachada principal, orientada a la contemplación. El techo volado protege la estructura de la lluvia, y la ausencia de columnas permite una relación abierta con el paisaje. Todo el programa —sala, comedor, cocina, lavandería y dormitorios— se organiza en un solo nivel, con un ático adaptable que puede funcionar como taller, oficina o tercer dormitorio. La transparencia de los espacios sociales permite vincularse visualmente con la selva, reforzando una experiencia inmersiva. Desde el altillo, un ventanal en el techo inclinado enmarca las copas de los árboles y las montañas, consolidando una arquitectura ligera, abierta y profundamente conectada con su contexto. Casa Manire es un refugio silencioso, diseñado para reconectar al habitante con la naturaleza sin intermediarios.
Casa Ave se desarrolla en tres niveles superpuestos que responden a su emplazamiento frente a la bahía de Cerro Azul: la planta inferior es un bloque de concreto caravista que conversa con la roca, sobre el cual los otros dos niveles coronan el barranco y se orientan a ver el paisaje. En la planta superior, el dormitorio principal se despliega como una suite que integra una sala de estar y una terraza, enmarcadas por grandes vigas que dirigen la mirada hacia el horizonte. En el primer nivel, un gran espacio social agrupa comedor, sala, terraza y piscina, con la cocina y el área de parrilla resueltas como bloques de color morado y celeste, que aportan un tono lúdico al conjunto. Las mamparas y puertas de vidrio permiten una conexión visual total desde el ingreso hasta el mar, diluyendo las barreras entre interior y exterior. Finalmente, en el nivel inferior, concebido como zócalo habitable, se encuentran dos dormitorios y una sala de estar que también se abren a una terraza frente al paisaje. El proyecto, en su lógica vertical, organiza el programa como una secuencia de plataformas que se abren progresivamente hacia el océano, consolidando una arquitectura en capas que prioriza las visuales sin renunciar a la intimidad y que traduce en su forma la experiencia gradual de llegar al mar.
Casa Ave se desarrolla en tres niveles superpuestos que responden a su emplazamiento frente a la bahía de Cerro Azul: la planta inferior es un bloque de concreto caravista que conversa con la roca, sobre el cual los otros dos niveles coronan el barranco y se orientan a ver el paisaje. En la planta superior, el dormitorio principal se despliega como una suite que integra una sala de estar y una terraza, enmarcadas por grandes vigas que dirigen la mirada hacia el horizonte. En el primer nivel, un gran espacio social agrupa comedor, sala, terraza y piscina, con la cocina y el área de parrilla resueltas como bloques de color morado y celeste, que aportan un tono lúdico al conjunto. Las mamparas y puertas de vidrio permiten una conexión visual total desde el ingreso hasta el mar, diluyendo las barreras entre interior y exterior. Finalmente, en el nivel inferior, concebido como zócalo habitable, se encuentran dos dormitorios y una sala de estar que también se abren a una terraza frente al paisaje. El proyecto, en su lógica vertical, organiza el programa como una secuencia de plataformas que se abren progresivamente hacia el océano, consolidando una arquitectura en capas que prioriza las visuales sin renunciar a la intimidad y que traduce en su forma la experiencia gradual de llegar al mar.
Casa Manire
Casa Ave
Casa Ave
Ubicación
Cerro Azul, Cañete. Lima, Perú
Área del terreno
193.95 m2
Año de construcción
2014
Arquitectura
Martín Dulanto Sangalli
Gerente de proyecto
Raúl Montesinos
Colaboradores
Miguel Gutiérrez, Emilio Jordán, Belén Desmaison
© 2025 Martín Dulanto Arquitecto. Todos los derechos reservados.
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