Casa Arándano se asienta en las laderas de un cerro de Cieneguilla mediante un esquema vertical que respeta la topografía y la vegetación preexistente. El proyecto se divide en dos bloques funcionales: en la base, un volumen compacto contiene el estacionamiento y un área de servicio convertible en dormitorio de visitas. Desde allí, una escalera lateral y un recorrido de rampas atraviesan un jardín denso hasta llegar al punto más alto, donde se ubica la casa principal. Visualmente, esta se lee como dos cajas de
Casa Arándano se asienta en las laderas de un cerro de Cieneguilla mediante un esquema vertical que respeta la topografía y la vegetación preexistente. El proyecto se divide en dos bloques funcionales: en la base, un volumen compacto contiene el estacionamiento y un área de servicio convertible en dormitorio de visitas. Desde allí, una escalera lateral y un recorrido de rampas atraviesan un jardín denso hasta llegar al punto más alto, donde se ubica la casa principal. Visualmente, esta se lee como dos cajas de concreto superpuestas,
concreto superpuestas, con cuatro dormitorios y una sala de estar en el primer nivel, y un amplio espacio social con vista panorámica en el segundo. Las fachadas completamente vidriadas permiten una relación constante con el paisaje, mientras que el retiro del volumen respecto al cerro genera una terraza con piscina, enmarcando el entorno natural desde lo construido. El proyecto logra una inserción respetuosa y poderosa a la vez, donde la arquitectura acompaña el terreno en lugar de domesticarlo.
con cuatro dormitorios y una sala de estar en el primer nivel, y un amplio espacio social con vista panorámica en el segundo. Las fachadas completamente vidriadas permiten una relación constante con el paisaje, mientras que el retiro del volumen respecto al cerro genera una terraza con piscina, enmarcando el entorno natural desde lo construido. El proyecto logra una inserción respetuosa y poderosa a la vez, donde la arquitectura acompaña el terreno en lugar de domesticarlo.
Casa Arándano
Ubicación
La Quebrada, Cieneguilla. Lima, Perú
Área del terreno
1 014.35 m2
Año de construcción
2018
Arquitectura
Martín Dulanto Sangalli
Gerente de proyecto
José Cepero y Gabriel Tanaka
Colaboradores
Bruce Loo
Ubicación
La Quebrada, Cieneguilla. Lima, Perú
Área del terreno
1 014.35 m2
Año de construcción
2018
Arquitectura
Martín Dulanto Sangalli
Gerente de proyecto
José Cepero y Gabriel Tanaka
Colaboradores
Bruce Loo
En medio de la selva alta de Cusco, Casa Manire surge como una estructura elevada sobre pilotes, respetuosa del entorno natural y pensada para desconectarse de lo urbano. Inspirada en las cabañas japonesas, la vivienda se posa sobre una plataforma que rodea todos los ambientes y se transforma en terraza hacia la fachada principal, orientada a la contemplación. El techo volado protege la estructura de la lluvia, y la ausencia de columnas permite una relación abierta con el paisaje. Todo el programa —sala, comedor, cocina, lavandería y dormitorios— se organiza en un solo nivel, con un ático adaptable que puede funcionar como taller, oficina o tercer dormitorio. La transparencia de los espacios sociales permite vincularse visualmente con la selva, reforzando una experiencia inmersiva. Desde el altillo, un ventanal en el techo inclinado enmarca las copas de los árboles y las montañas, consolidando una arquitectura ligera, abierta y profundamente conectada con su contexto. Casa Manire es un refugio silencioso, diseñado para reconectar al habitante con la naturaleza sin intermediarios.
Casa Arándano se asienta en las laderas de un cerro de Cieneguilla mediante un esquema vertical que respeta la topografía y la vegetación preexistente. El proyecto se divide en dos bloques funcionales: en la base, un volumen compacto contiene el estacionamiento y un área de servicio convertible en dormitorio de visitas. Desde allí, una escalera lateral y un recorrido de rampas atraviesan un jardín denso hasta llegar al punto más alto, donde se ubica la casa principal. Visualmente, esta se lee como dos cajas de concreto superpuestas, con cuatro dormitorios y una sala de estar en el primer nivel, y un amplio espacio social con vista panorámica en el segundo. Las fachadas completamente vidriadas permiten una relación constante con el paisaje, mientras que el retiro del volumen respecto al cerro genera una terraza con piscina, enmarcando el entorno natural desde lo construido. El proyecto logra una inserción respetuosa y poderosa a la vez, donde la arquitectura acompaña el terreno en lugar de domesticarlo.
Casa Arándano se asienta en las laderas de un cerro de Cieneguilla mediante un esquema vertical que respeta la topografía y la vegetación preexistente. El proyecto se divide en dos bloques funcionales: en la base, un volumen compacto contiene el estacionamiento y un área de servicio convertible en dormitorio de visitas. Desde allí, una escalera lateral y un recorrido de rampas atraviesan un jardín denso hasta llegar al punto más alto, donde se ubica la casa principal. Visualmente, esta se lee como dos cajas de concreto superpuestas, con cuatro dormitorios y una sala de estar en el primer nivel, y un amplio espacio social con vista panorámica en el segundo. Las fachadas completamente vidriadas permiten una relación constante con el paisaje, mientras que el retiro del volumen respecto al cerro genera una terraza con piscina, enmarcando el entorno natural desde lo construido. El proyecto logra una inserción respetuosa y poderosa a la vez, donde la arquitectura acompaña el terreno en lugar de domesticarlo.
Casa Manire
Casa Arándano
Casa Arándano
Ubicación
La Quebrada, Cieneguilla. Lima, Perú
Área del terreno
1 014.35 m2
Año de construcción
2018
Arquitectura
Martín Dulanto Sangalli
Gerente de proyecto
José Cepero y Gabriel Tanaka
Colaboradores
Bruce Loo
© 2025 Martín Dulanto Arquitecto. Todos los derechos reservados.
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